König Seoul se complace en presentar Men catching birds, una nueva exposición de José Dávila que incluye dos piezas esculturales y diez obras bidimensionales. Estas últimas se derivan de dos series de trabajos en las que el artista ha estado trabajando durante varios años: su serie de recortes y la serie de pinturas The fact of constantly returning to the same point or situation. Cada una de estas obras se conecta de alguna manera con la amplia y única gama de influencias que informan la práctica del artista. Estas obras colgantes en la pared se complementan con las dos instalaciones escultóricas, ambas sin título, que juntas construyen una compleja e intensa investigación del espacio.
El enfoque de Dávila hacia el medio de la escultura es verdaderamente singular entre sus contemporáneos, ya que se inspira tanto en la historia del arte de la tierra y el arte minimalista como en las genealogías transnacionales de la abstracción. En Untitled, 2023, hecho de concreto y roca volcánica y fabricado en Corea especialmente para esta exposición, Dávila coloca elementos aparentemente dispares, como piedra artificial y depósito natural, en una relación de frágil dependencia mutua. Esto revela las inversiones conceptuales del artista sobre la tradición de la escultura, entendida históricamente como un proceso de formación a partir de una masa indiferenciada. En cambio, para Dávila, estas mismas coordenadas se utilizan para reunir elementos en lugar de moldearlos, tomando objetos encontrados y cosas creadas por actos del mundo natural que ya han adquirido sus formas y colocándolos en un tipo de nexo performativo y asociativo entre sí. Esto es especialmente cierto en Untitled, 2023, donde dos planos de vidrio se colocan verticalmente y se mantienen tensados con correas a ambos lados de una roca que descansa en el suelo, permitiendo que el vidrio transparente funcione tanto como un elemento estructural como visual en la forma general de la obra. En esencia, para Dávila, la escultura es aquello que une elementos divergentes, una tela externa, precaria y sin embargo innegablemente poderosa.
Las obras en la pared hacen uso de propiedades completamente diferentes; el peso y la gravedad se representan pictóricamente en lugar de físicamente, aunque complementan las ideas escultóricas encontradas en otros lugares. Hay siete pinturas en serigrafía y pintura de vinilo sobre lino de la serie The fact of constantly returning to the same point or situation, en las cuales el artista demuestra su fascinación perdurable por las propiedades del círculo. ¿Es esta forma geométrica una forma ideal, en el sentido de que no hay forma de que una mano humana pueda recrearla perfectamente? Basándose en ejemplos históricos del arte, desde Hilma af Klimt hasta Sonia Delaunay y Frank Stella, Dávila deja su propia marca en el aislamiento de elementos gráficos contingentes, que, al igual que su producción escultórica, establece relaciones de dependencia entre cosas diversas. En estas obras para Seúl, también se entrelazan chevrones entre los fragmentos circulares, creando un tapiz de dispositivos simbólicos. El círculo, su historia y los intentos de representarlo pictóricamente, se convierten casi en un material encontrado al mismo nivel que la roca volcánica que se yuxtapone con ellos en el espacio de la exposición; aquí, no una ruina del pasado, sino una expresión del tiempo, acumulada a través de innumerables gestos de repetición.
Con tres obras recortadas, ejecutadas con pigmento de archivo, Dávila se apropia directamente de la historia de la pintura occidental, específicamente de la pintura francesa del siglo XIX, extrayendo material fuente de monumentos establecidos del modernismo e aislando fragmentos individuales al excisarlos físicamente de su contexto original y reintegrarlos en otro lugar. Una vez ampliados y concentrados, estos gestos de pintura formativa, como nenúfares, trabajadores de campo y fragmentos de cielo, se convierten en algo completamente distinto, extraño pero también revitalizado, otorgándoles nueva vida como elementos encontrados. Esta ida y vuelta de ausencia y presencia en los recortes proporciona evidencia visual del deseo del artista de remezclar lo existente, animando e instanciando nuevas fuerzas a partir de material que ya existe. En este sentido, los recortes expresan de manera similar la metodología de Dávila como bricoleur, tomando material encontrado y reorganizándolo de tal manera que su significado y resonancia se alteran para siempre.